Toda mujer merece ser valorada, respetada, y admirada. Cuando se mejore una mujer la apariencia personal, ocurre algo asombroso. Ella se hace más segura en sí misma, entonces se ve todavía mejor! Cuando crezca su confianza, así crece el respeto que ella recibe – en la casa, en el trabajo, por todas partes. Mientras decae su inseguridad, se hace desenfadada, audaz, valiente; descubre que puede hacer cualquier cosa. Su vida mejora de todas las formas.